Una vez más, los representantes de un estado criminal son invitados por nuestras instituciones académicas y bienvenidos a participar en sus actividades.
Una vez más, éstas colaboran solícitas en las operaciones de lavado de cara que el estado sionista de Israel necesita para sostener sus políticas genocidas.
En esta ocasión, el VII Curso de verano “Ciudad de Tarazona”, organizado por la Universidad Rey Juan Carlos, cuenta con la participación de Lior Haiat, portavoz de la embajada israelí, para hablar de “la imagen de Israel en España”.
¿Puede explicar alguien qué tiene que ver Israel con los judíos en la historia de España? ¿Y la actual imagen de Israel en España con la historia del pueblo judío? Más aún: ¿puede explicar alguien qué tiene que ver Israel (estado en el que vive un tercio de la población judía mundial) con la gran mayoría de personas judías del planeta? Una vez más, un portavoz del estado sionista entra en nuestras aulas para mentir, manipular y ocultar la realidad cotidiana del genocidio del Pueblo Palestino. No es que en España haya “una mirada errónea de los judíos que se transforma en una postura en contra de Israel” (según declaró el señor Haiat en su visita a Valencia el 13 de enero), sino más bien en Palestina hay un crimen perpetrado por Israel durante las últimas seis décadas que no tiene que ver con el judaísmo: es un crimen del sionismo, ideología definida como racismo por Naciones Unidas cuyo discurso, más allá de sus fronteras y muros ilegales, se dedica a ocultar y legitimar el genocidio cometido contra el Pueblo Palestino. ¿Puede alguien explicar por qué la embajada israelí exige a los directores del curso que se aseguren de que no va a haber personas “pro-palestinas” entre los asistentes? ¿O por qué éstos obedecen e interrogan a los inscritos?
El 9 de julio de 2010 se cumplió el 5º aniversario de la Campaña de Boicot, Desinversiones y Sanciones a Israel. La Campaña no ha dejado de crecer durante este tiempo y apunta a actividades diplomáticas, comerciales, académicas, culturales, deportivas, militares o cualquiera otra que implique el desarrollo de relaciones normalizadas con personas, entidades e instituciones que representan a un estado genocida, violador de la legislación internacional… el estado de Israel lo es en todo caso, no porque nosotros lo digamos sino porque lo han repetido hasta la saciedad los documentos de organismos la ONU o el Tribunal de la Haya, porque el sionismo es una forma de racismo, porque Israel está gobernado por criminales de guerra, porque sus políticas perpetran un genocidio y porque el muro de la vergüenza es ilegal, como lo es el resto de instrumentos de la ocupación, también ilegal por definición.
Que quede claro, para que luego las mentiras, la manipulación y la criminalización no nos acusen a nosotras ni a las demás personas que gritan VIVA PALESTINA LIBRE alrededor del mundo mientras otros, cómplices o cobardes, se callan.
Que quede claro, para que la difusión de una campaña legal y legítima como ésta no sirva a los criminales para lanzar falsas acusaciones hacia quienes nos limitamos a ejercer de seres humanos con conciencia y corazón.
Mientras continúe la ocupación, las demoliciones de hogares, el muro de la vergüenza, el bloqueo, el robo de tierras, el secuestro indefinido y arbitrario de miles de palestinos en cárceles israelíes (incluidos centenares de niños), la tortura, el asesinato, la vergüenza y el exterminio que los acompañan, será una obligación moral de todos y todas el no aceptar la colaboración con el estado de Israel.
¿Para cuándo la participación de personas palestinas en espacios académicos como el que indignamente recibe hoy a un representante del mayor violador de la ley internacional en el mundo? No, ellas no pueden hacer lo mismo porque viven secuestradas y sometidas a un estricto y cruel régimen de apartheid.
Por eso nos negamos a que cualquier representante del estado racista de Israel sea bienvenido aquí, como negándonos a comprar productos israelíes decimos NO al saqueo de los recursos en los territorios palestinos ocupados y denunciando los negocios de empresas israelíes o colaboradoras del sionismo nos oponemos a quienes, directa o indirectamente, aprovechan sus políticas racistas para lucrarse.
Por encima de todo, lo que denuncia esta Campaña Mundial es la complicidad de nuestros gobiernos e instituciones con el estado terrorista de Israel, complicidad de la cual la Universidad Rey Juan Carlos está dando hoy un claro ejemplo. Ante los crímenes sionistas, la bondadosa Unión Europea y el democrático Reino de España no se limitan a callarse y otorgar (lo que ya sería bastante grave) sino que mantienen y refuerzan sus acuerdos preferenciales, sus relaciones comerciales, su coordinación policial, sus maniobras militares, su tráfico legal de armamento,… y sus relaciones académicas.
El gobierno español es incapaz de cumplir la ley internacional y las cláusulas de sus propios acuerdos, que le exigen romper relaciones con Israel hasta que ésta deje de violar todas y cada una de las normas internacionales. Y mientras nuestras genuflexas instituciones siguen mostrando apoyo y obediencia a los asesinos, la Justicia Universal duerme el sueño de los justos con los votos del parlamento. Para que a nadie se le ocurra mover un dedo contra la impunidad.
Por eso, porque ni siquiera se cumple lo que dice la ley, somos nosotros, la gente, las aragonesas y aragoneses en este caso, quienes deben seguir diciendo al Pueblo Palestino que no está solo, que estamos con su causa porque es justa y que no dejaremos de señalar a los criminales y a sus cómplices, aunque para ello tengamos que reclamar el cumplimiento de esas leyes que parecen creadas para nunca ser cumplidas.
VIVA LA LUCHA DEL PUEBLO PALESTINO
FORO PALESTINA LIBRE DE ZARAGOZA
Zaragoza, 20 de julio de 2010