Hoy 40 manifestantes han sido asesinados en la plaza Taghrir de Sanaa, en Yemen, cuyo gobierno es apoyado por los EEUU y por Arabia Saudí.
Hoy ha sido volado el monumento de la plaza de la Perla, en Bahrein, país ocupado desde el miércoles por tropas de Arabia Saudí movilizadas para reprimir las manifestaciones en las que han muerto ya algunas decenas de personas.
Hoy los iraquíes han vuelto a salir a la calle para reclamar pan y libertad, en manifestaciones que se repiten desde hace semanas, con numerosas víctimas mortales, en un país destruido de arriba abajo por los EEUU y sus aliados.
Esta semana han seguido en Marruecos y en Argelia las protestas en las calles contra nuestros amigos dictadores.
Esta semana Palestina ha seguido reclamando el fin de la ocupación israelí, apoyada por EEUU y la UE.
Esta semana han muerto decenas de personas en los cotidianos bombardeos estadounidenses sobre Afganistán y Pakistán.
Zapatero acaba de declarar, tras anunciar la participación de España en las operaciones militares contra Libia: “Nuestra responsabilidad está con el pueblo de Libia”.
Si los burros rebuznan y los cerdos gruñen, ¿por qué los socialdemócratas hablan?
Nuestra responsabilidad, la de los pueblos europeo y estadounidense, es la de salir a la calle, no sólo para protestar contra la intervención, no, sino para mandar a Zapatero y a Rajoy, a Sarkozy, a Berlusconi, a Obama y Clinton (y a todos los demás) a hacer compañía a Mubarak y Ben Alí. Mientras eso no ocurra, ni el pueblo de Libia podrá librarse de Gadafi ni el mundo pronunciar ciertas palabras sin atragantarse.
Se puede ser un inmoral honrado; un inmoral callado.
Texto de Santiago Alba Rico