Las falsas democracias de la OTAN, sus conversos orientales y agregados de facebook entonan el himno de la “Misión Cumplida” con Obama como director de orquesta. Tenía que salir a escena hablando de justicia cuasidivina, de ésa que no necesita tribunales, ni resoluciones, ni acuerdos multilaterales, ni imágenes que corroboren la historia. Un golpe de efecto, por otra parte, muy oportuno: cuando los distintos pueblos árabes están tomando las riendas de su destino, cuando son noticia por decir “basta” a las tiranías y a la injerencia extranjera, cuando salen a las calles con sus manos desnudas reclamando democracia. Justo ahora reaparece el fantasma de Al Qaida y su incorpóreo Bin Laden. Algo de carne había que echar al asador antes de que al complejo internacional de las industrias del armamento se le acabara el filón del Choque de Civilizaciones. ¿Cómo lo iban a permitir, ahora que su capitalismo está en fase de recesión?
Pero tanta celebración por la muerte invisible del enemigo invisible rezuma hipocresía. Cuando la operación Amanecer de la Odisea comenzó, se advirtió de que una parte de los rebeldes libios pertenecían a organizaciones islamistas cercanas a Al Qaida. Se sabía que estas organizaciones libias eran las que más combatientes habían mandado a Afganistán y a Iraq a luchar contra la ocupación estadounidense y europea. Sin embargo, la respuesta de los generales norteamericanos fue que “de momento con saber que están contra Gadafi es suficiente”. ¿Qué más da?, ya os conocemos. Ya sabemos qué es lo que buscáis cada vez que masacráis un país con el pretexto de la democracia. En el centro de vuestras guerras siempre hay recursos energéticos o el control de sus vías de transporte.
Esa hipocresía no está solo en los Estados Unidos. Es necesario denunciarla allí donde se manifiesta. El Estado Español, sus instituciones y sus medios de comunicación masivos no están exentos de ella ni de oportunismo criminal. Nos acordamos de cuando Libia era un amigo, cuando Gallardón entregaba las llaves de Madrid a Gadafi, cuando el rey lo invitaba a cenar y cuando Zapatero le vendía bombas de racimo. ¿Qué ha cambiado? Sabemos que su argumento de proteger civiles es falso: si no lo fuera estarían defendiendo a los civiles palestinos, a los manifestantes de Yemen que están siendo masacrados por un tirano, a los civiles de Bahréin que han sido masacrados por los tanques de Arabia Saudí. ¿Acaso Arabia Saudí es una democracia? ¿Un paraíso de los derechos humanos? Entonces, ¿por qué no se bombardea a los saudís?; ¿por qué no condenan su brutalidad contra los bahreiníes?
Desde la Asamblea Ciudadana Contra la Guerra denunciamos el papel criminal y mafioso que está jugando el Gobierno de España. Por un lado, fortaleciendo su presencia militar en la zona a través del envío de un nuevo avión C-130 Hércules de abastecimiento en vuelo para que los cuatro F-18 españoles, entre muchos otros, puedan volar sin descanso y bombardear a la población Libia. Por otro lado, su acción diplomática está contribuyendo a la división del país. La creación por el gobierno español de la Misión Especial en Bengasi, encabezada por el diplomático Josep Riera, no contribuye a otra cosa que a la balcanización de Libia, a convertirla en otra gran Somalia pero, eso sí, asegurando los contratos de extracción de petróleo.
Las organizaciones y personas que formamos parte de la Asamblea Ciudadana Contra la Guerra denunciamos las acciones criminales de la OTAN y sus aliados Y la vergonzosa política exterior y militar del Gobierno de España. Exigimos el respeto a las decisiones que los pueblos árabes están tomando. Ellos han dicho basta y están escribiendo su propia historia. El imperialismo (con el gobierno español en sus filas) les ha respondido, alto y claro, que nunca tolerará una verdadera democracia. Por eso repetimos –y repetiremos:
NO A LA GUERRA / DEJAD QUE LOS PUEBLOS DECIDAN
