El pasado 16 de julio se publicó en Internet un video desde la acampada de Sol en el que se mandaban mensajes de apoyo y hermandad a Israel (a pesar de la resistencia de muchos participantes que habían conseguido impedir la realización de una conexión de videoconferencia con los “indignados” israelíes).
¿Quién toma esas decisiones? ¿Es la intención del movimiento 15M normalizar el apartheid en Palestina? Confiamos en que la respuesta a la segunda pregunta sea "no", pero no conocemos la primera.
Son ya décadas de experiencia del movimiento de solidaridad con el Pueblo Palestino en las que se han probado muchas estrategias y se han invertido innumerables recursos y esfuerzos para intentar aislar al estado israelí en tanto que violador sistemático de los derechos humanos, debilitarlo y posibilitar la consecución de los derechos históricos del pueblo palestino. Sin embargo, ahora que estamos cosechando más éxitos que nunca; ahora que el estado israelí está acorralado diplomáticamente ante la perspectiva del reconocimiento de un estado palestino en septiembre; ahora que muchas empresas y estados retiran sus inversiones en fondos y empresas israelíes; ahora que universidades de todo el mundo se suman al boicot académico a Israel; precisamente ahora, el “movimiento” con más presencia pública en el estado español alarga sus brazos para rodear con ellos a sus “compañeros” israelíes, sin haber realizado el más mínimo esfuerzo por averiguar quiénes son. Sin preguntarse siquiera: ¿estaré asociándome con alguien que apoya el genocidio palestino?