El exclusivo y excluyente club conocido como “Comunidad Internacional” continúa asesinando y empobreciendo a los pueblos que no se someten a sus dictados o que, simplemente, han de ser sacrificados por los intereses de la coyuntura de turno. Ése último es el caso de Libia. A pesar de las buenas relaciones que ésta había desarrollado en los últimos años con EEUU y con la Unión Europea (plasmadas en cuantiosas inversiones, cooperación militar y comercio de armas con Francia, Reino Unido y el Reino de España entre otros), Libia lleva más de 6 meses bajo intensos bombardeos de la OTAN. Las más de 9.000 operaciones de ataque desde mar y aire, supuestamente justificadas por la Resolución 1973 (que autorizaba a tomar las medidas necesarias para proteger a los civiles libios), han causado miles de muertos y destruido gran parte de las infraestructuras civiles del país.