Finalmente, ayer, 11 de enero, murió Ariel Sharon. Adalid del genocidio y la infamia sionista. Lamentamos profundamente que haya muerto en la cama, sin haber pagado por uno solo de los miles de muertos que provocó en vida.
Hoy, millones de personas en el mundo recordamos junto a nuestros hermanos Palestinos, que este criminal fue responsable de la masacre de miles de refugiados en Sabra y Shatila, que ordenó la construcción del muro de la vergüenza, convirtiendo las ciudades palestinas en cárceles y que provocó la segunda Intifada con su desfachatez en la explanada de las mezquitas. Enumerar todos sus crímenes nos haría dedicarle mucho más espacio del que tan despreciable ser merece.
Mientras en 1982 la ONU calificaba la masacre de los refugiados en Líbano como genocidio, hoy le despide hipócritamente como un hombre que facilitó la paz al desmantelar las colonias de Gaza. Sí, lo hizo, pero no como un paso hacia la paz, sino para cerrar los accesos a la Franja y convertirla en el campo de concentración más grande y bombardeado del mundo.
No menos repulsivas resultan las condolencias enviadas por Rajoy y por la Casa Real, en las que hablan de la alta estima en la que tenían al carnicero. No nos sorprende, no esperabamos decencia por su parte.
El mundo no es un lugar mejor hoy, pero, al menos, Sharon, el criminal, ya no respira.
Ahora y siempre,
¡Viva Palestina Libre!
Foro Palestina Libre de Zaragoza