Rototom, Matisyahu, libertad de expresión

20/08/2015 | Carlos Taibo | Palestina - Derechos y libertades |
www.carlostaibo.com (20 de agosto de 2015)


Cuando las personas son inteligentes suelen cubrir los argumentos más deleznables con estimulantes declaraciones que hacen de la generosidad y de la tolerancia su sentido principal. Estos últimos días, y al calor de las disputas generadas por la invitación que el festival Rototom cursó a un músico norteamericano claramente empeñado -no tengo dudas- en una defensa cabal de lo que hacen los gobernantes israelíes, esa forma de actuar se ha concretado en una ecuménica reivindicación de la "libertad de expresión". Enfrente estaríamos, en cambio, los comisarios políticos de turno, empeñados en coartar los derechos de los demás.
Curioso resulta, sin embargo, que a estos autoproclamados defensores de la libertad de expresión les parezca indignante que se enuncie la convicción de que alguien que defiende un proyecto colonial/militar no es razonable que participe en un festival presuntamente comprometido con la causa de la paz. ¿O será que yo lo he entendido mal y que uno debe emplear la libertad de expresión sólo para ratificar el buen sentido de las acciones de los demás, y no para expresar su disensión?
Y es que me da que a los ojos de estos amigos tan generosos la libertad de expresión debe ser un atributo poco menos que exclusivo de los poderosos. La de quienes no lo somos no parece, en cambio, gustarles. Preferirían, sin duda, que estuviésemos callados. Como llamativamente callados estuvieron ellos, sin ir más lejos, al no mover un dedo cuando quien esto escribe, y es un ejemplo entre muchos, fue expulsado de un diario, El País, al parecer entregado a una honesta defensa de las libertades todas.
Aunque, claro, y sigo con el ejemplo, a tono con la miseria que nos acosa el comisario político soy yo, y el propietario, o el director, del diario en cuestión se perfila como un impoluto, neutro y liberal empresario. ¿Qué tipo de comisario político es, por lo demás, uno? ¿A quién puede censurar y a quién puede dar órdenes desde este apartado rincón de Facebook? ¿Será que no hay comisarios políticos en el formidable aparato de propaganda, coacción y represión que Israel despliega? ¿O será, más bien, que las gentes que presumen de tolerancia gustan de convertir al verdugo en víctima y de dejar que corra indemne el flujo de la opresión y de la muerte? En estas condiciones se entiende, por cierto, que no menudeen las quejas ante un dislate avalado por la libertad de expresión: el que permite que una afinada maquinaria de propaganda describa como siniestro y antijudío a un movimiento de registro impoluto como BDS.
Busco sin éxito, en fin, en los muros de estos amigos alguna denuncia relativa a los centenares de muertos que el ejército israelí ha provocado en Gaza en los últimos años. Comprendo, eso sí, que la defensa de la libertad de expresión lleva su tiempo y que éste no sobra para dedicarlo a menesteres menores, y prescindibles, como ése.