Publicidad engañosa de tour operator en Palestina. Denuncias y alternativas

Comité de Solidaridad con la Causa Árabe



Publicidad engañosa de tour operator en Palestina. Denuncias y alternativas

Tras cientos de denuncias por publicidad engañosa contra varios tour operadores que ofrecen en sus folletos viajes a Israel con fotos e itinerarios que corresponden a lugares, como Jerusalén, Belén, Jericó o parte del Mar Muerto, diferentes direcciones autonómicas de consumo han notificado a los firmantes de las mismas la apertura de expedientes informativos.
Dentro de la política de colonización económica y simbólica que realiza Israel juega un papel importantísimo el turismo. Los circuitos turísticos realizados por diferentes tour operadores, que se venden en un paquete de viaje a Israel, en muchos casos, engrasados por la maquinaria institucional israelí, recorren lugares de los territorios ocupados palestinos como Belén o Jerusalén, Jericó y parte del Mar Muerto, que no son Israel. Estos circuitos con publicidad engañosa, muestran para captar clientes, la mayoría de las veces, la muralla de la Ciudad Vieja de Jerusalén y los monumentos de su interior, la mezquita de Al Aqsa, el Muro de las Lamentaciones o la Iglesia del Santo Sepulcro. También otros lugares emblemáticos situados en esos territorios palestinos ocupados de Cisjordania como la Iglesia de Natividad en Belén, etc. Esos circuitos, algunos dirigidos por órdenes religiosas, hacen que los turistas pernocten y gasten la mayor parte de su presupuesto en la economía israelí.
Este problema de apropiación colonial ha sido alertado por los propios palestinos y han creado su propia administración turística, hay diferentes asociaciones como ATG que han desarrollado circuitos alternativos de turismo y editado guías de turismo. Hay hoteles palestinos en Jerusalén, Belén (recientemente se ha inaugurado uno por parte del artista Bansky) y en el resto de las ciudades palestinas.
Las autoridades israelíes promocionan eventos de todo tipo, para normalizar la ocupación militar, queriendo que el público identifique por ejemplo Jerusalén Este, donde se encuentran los principales lugares religiosos monoteístas, como si fueran de soberanía israelí. Se aprovecha un evento deportivo, como un partido de fútbol internacional, para lograr imágenes de jugadores populares y joyas históricas para hacer un discurso identificador de esos monumentos palestinos o la ciudad entera como Jerusalén, como si fueran israelíes. Otras veces, las autoridades israelíes financian a los dueños de eventos como el Giro de Italia, la italiana RCS Mediagroup, para que tres etapas se realicen en territorio israelí y que difundirá un Israel y sus conquistas militares de forma normalizada, como si no se estuviera en presencia de crímenes de lesa humanidad como son los que se realizan en la ocupación israelí. O eventos culturales como el Premio Jerusalén que consiguió entre otros Antonio Muñoz Molina entregado por el alcalde urbanicida de una ciudad colonizada y que ejecuta expropiaciones y desahucios de palestinos y anexiones varias.
Los organizadores de esta acción cívica esperan que las empresas denunciadas y alguna otra que, al enterarse de las denuncias, rectifiquen, cambien su política publicitaria y de proveedores para que los palestinos mejoren sus ingresos en lugar de, como hasta ahora, ser cómplices de la ocupación económica y simbólica israelí.