16 noviembre de 2018. POR GAZA, POR PALESTINA, POR SU PUEBLO, POR SU CAUSA



El 15 de noviembre de 1988, la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) proclamó un Estado Palestino en las fronteras robadas de 1967, con Jerusalén Este como capital. El texto de la declaración, que fue redactado por el poeta Mahmud Darwish, implicaba reconocer al estado de Israel y aceptar dos décadas de ocupación e innumerables agresiones, pero no logró ningún reconocimiento internacional. Desde entonces hasta hoy, ni un solo gesto en ese sentido ha recibido otra respuesta que la violencia y el exterminio de parte del sionismo y sus socios internacionales. Para ser fieles a la realidad: violencia, exterminio, cinismo e hipocresía.

El 15 de noviembre de 2018, el Pueblo palestino sigue contando cadáveres y llorando a sus mártires. Desde el pasado domingo, la lista suma 14 milicianos y un civil que trabajaba en territorio israelí, además de un soldado del ejército de ocupación. El 15 de noviembre, tras un acuerdo con la mediación de Egipto y NNUU y la dimisión del fascista moldavo Lieberman como ministro de defensa israelí, Gaza celebra un alto el fuego que le permite seguir respirando. Es solo una buena noticia en la tierra de las malas noticias permanentes. En Palestina, la normalidad está sembrada de muerte y salpicada de burlas y mentiras. Palestina es víctima cotidiana de un enorme crimen contra la humanidad. Una buena noticia en Gaza es que el suministro eléctrico suba de 4 a 8 horas diarias. A veces, rozando el lujo, incluso 12. Una buena noticia para la mitad de la población de Gaza es desayunar, comer o cenar. La aviación israelí destruyó todos los depósitos de combustible en 2006 y casi todos los generadores en 2014, además de miles y miles de vidas. La economía de Gaza está en bancarrota, sus infraestructuras prácticamente anuladas y la mitad de su población activa está en paro.

Otra buena noticia en Palestina es volver a casa con vida. Ayer, ya con el alto el fuego declarado, en un día normal como todos los demás días normales, Nawaf al Attar moría a los 23 años asesinado por la fuerza naval sionista mientras pescaba. Con Nawaf, la lista de lista personas asesinadas desde que se puso en marcha el movimiento por el retorno de los refugiados y las refugiadas, suma 235 cadáveres. El 14 de mayo, primer día de protesta, 60 personas fueron asesinadas por los soldados israelíes.


Que no llamen conflicto a la invasión y la ocupación.
Que no llamen paz al sometimiento colonial.
Que no llamen negociación al chantaje.
Que no llamen franja a un campo de concentración.
Que no llamen errores a los crímenes de guerra.
Que no llamen democracia a ese estado genocida.
Que no llamen terrorismo al derecho legítimo de cualquier pueblo a luchar por su supervivencia.
Que no llamen política de defensa a la limpieza étnica.
Que no llamen mala memoria a la disimulada hipocresía de Occidente.


Viva la Lucha del Pueblo Palestino

Viva Palestina Libre