El 15 de noviembre de 1988, la
Organización para la Liberación de Palestina (OLP) proclamó un Estado Palestino
en las fronteras robadas de 1967, con Jerusalén Este como capital. El texto de
la declaración, que fue redactado por el poeta Mahmud Darwish, implicaba
reconocer al estado de Israel y aceptar dos décadas de ocupación e innumerables
agresiones, pero no logró ningún reconocimiento internacional. Desde entonces
hasta hoy, ni un solo gesto en ese sentido ha recibido otra respuesta que la
violencia y el exterminio de parte del sionismo y sus socios internacionales. Para
ser fieles a la realidad: violencia, exterminio, cinismo e hipocresía.
El 15 de noviembre de 2018, el
Pueblo palestino sigue contando cadáveres y llorando a sus mártires. Desde el
pasado domingo, la lista suma 14 milicianos y un civil que trabajaba en
territorio israelí, además de un soldado del ejército de ocupación. El 15 de
noviembre, tras un acuerdo con la mediación de Egipto y NNUU y la dimisión del
fascista moldavo Lieberman como ministro de defensa israelí, Gaza celebra un
alto el fuego que le permite seguir respirando. Es solo una buena noticia en la
tierra de las malas noticias permanentes. En Palestina, la normalidad está
sembrada de muerte y salpicada de burlas y mentiras. Palestina es víctima
cotidiana de un enorme crimen contra la humanidad. Una buena noticia en Gaza es
que el suministro eléctrico suba de 4 a 8 horas diarias. A veces, rozando el
lujo, incluso 12. Una buena noticia para la mitad de la población de Gaza es
desayunar, comer o cenar. La aviación israelí destruyó todos los depósitos de
combustible en 2006 y casi todos los generadores en 2014, además de miles y
miles de vidas. La economía de Gaza está en bancarrota, sus infraestructuras
prácticamente anuladas y la mitad de su población activa está en paro.
Otra buena noticia en Palestina
es volver a casa con vida. Ayer, ya con el alto el fuego declarado, en un día
normal como todos los demás días normales, Nawaf al Attar moría a los 23 años
asesinado por la fuerza naval sionista mientras pescaba. Con Nawaf, la lista de
lista personas asesinadas desde que se puso en marcha el movimiento por el
retorno de los refugiados y las refugiadas, suma 235 cadáveres. El 14 de mayo,
primer día de protesta, 60 personas fueron asesinadas por los soldados
israelíes.
Que no llamen conflicto a
la invasión y la ocupación.
Que no llamen paz al sometimiento
colonial.
Que no llamen negociación
al chantaje.
Que no llamen franja a un campo
de concentración.
Que no llamen errores a los
crímenes de guerra.
Que no llamen democracia a
ese estado genocida.
Que no llamen terrorismo
al derecho legítimo de cualquier pueblo a luchar por su supervivencia.
Que no llamen política de
defensa a la limpieza étnica.
Que no llamen mala memoria a la disimulada
hipocresía de Occidente.
Viva la Lucha del Pueblo
Palestino
Viva Palestina Libre