Trump
está acabando de aniquilar a Palestina y limpiar los
crímenes de Israel
Esta es la primera vez en
la historia árabe moderna en que EEUU ofrece sobornos
antes de que nadie muestre su acuerdo
Robert Fisk @ Independent, 7 marzo 2019
Robert Fisk @ Independent, 7 marzo 2019
Palestina ha sido
comparada con muchas cosas. La guerra colonial más larga del
mundo, un "desastre infernal" - memorable epíteto de Churchill
- y el escenario de la "guerra contra el terror" de Israel, un
conflicto en el que se supone que debemos creer que los
palestinos desempeñan el papel de al-Qaeda o Isis o cualquier
otra versión que Occidente y sus aliados hayan apoyado – y
contra el que Israel va a luchar en nuestro nombre.
Pero a veces
Palestina parece ubicada en el Triángulo de las Bermudas. Los
palestinos desaparecen, dejan de existir. Se les olvida, son
irrelevantes, salen del paisaje del miedo, el dolor, la
injusticia y la ocupación que otras veces resuenan tanto.
Nadie puede imaginar qué le ha pasado a esa gente. Como el
avión o los barcos a la deriva en el mítico triángulo, no
deberían haber pasado por ahí. Verlos desaparecer es tan
triste como misterioso.
Las dos últimas
semanas han sido un ejemplo. El inútil del yerno de Trump,
Jared Kushner, fan de la invasión colonial en tierra árabe,
trabaja con el "representante especial para el proceso de paz"
Jason Greenblatt (ese que dice que "los asentamientos de
Cisjordania no son un obstáculo para la paz") para apuntalar
económicamente el "acuerdo del siglo" de Trump y resolver el
"conflicto palestino-israelí".
Kushner visitó a
los repugnantes tiranos que lideran algunos estados asesinos
musulmanes – como Arabia Saudí o Turquía - para charlar sobre
la "dimensión económica" de este mítico acuerdo.
Los líderes
de Oriente Próximo pueden ser asesinos que se mantienen en
el poder gracias a un montón de torturadores, pero no son
del todo estúpidos. Está claro que Kushner y Greenblatt
necesitan mucho dinero para cumplir con el plan de la
destrucción definitiva de la idea de estado en Palestina –
hablamos de miles de millones - y que los líderes árabes con
los que se reunieron no oyeron nada sobre la "dimensión
política" del "trato" ofrecido por Trump porque, muy
probablemente, no existe. Al fin y al cabo, Trump piensa que
poner la embajada en Jerusalén y declararla capital de
Israel basta para "sacar del tablero" a la más
sagrada de las ciudades.
Nuestros titanes
del periodismo guardaron silencio – quizá también entraron el
el Triángulo de las Bermudas -, no tenían nada que decir sobre
la marcha de los locos de Kushner por Oriente Próximo. En su
"gira-tornado", este joven idiota iba a "preparar a sus
aliados para un desarrollo del plan en primavera" - los
lectores reconocerán los inevitables clichés de CNN.
Esa ambigüedad es
alucinante porque el fandango de Kushner y Greenblatt es, de
hecho, un acontecimiento histórico, tan única como bizarra,
sin parangón en la historia árabe reciente por su temeridad y
lo escandaloso de sus premisas. Es la primera vez en la historia árabe moderna –
también en la musulmana - que EEUU construye y prepara sus
sobornos ANTES de tener la aprobación de los supuestos
sobornados; antes incluso de decir a los palestinos y a
otros árabes qué tienen que hacer para meter sus manos en el
botín.
Lo normal es que
los norteamericanos o la UE empiecen por plantear alguna
propuesta pretenciosa de "paz" – dos estados, seguridad para
Israel, viabilidad para los palestinos, conversaciones sobre
capital compartido, fin de las colonias judías en tierra
ocupada, confianza mutua, refugiados, los brochazos habituales
- y luego sugieran amablemente que emprender un diálogo sería
económicamente beneficioso para todas las partes. La cuestión
es que, en este caso, los propios bancos - ¿hemos de incluir
aquí a Arabia Saudí, verdad? - ni siquiera han sido informados
de qué inversiones deben soportar sus fondos. ¿Cuántas
burbujas del Mar del Sur caben en un triángulo de las
Bermudas?
No se trata de
pedir un cheque en blanco a los árabes. Este cheque va a ser
muy grande e incluirá partidas específicas para un pueblo –
esa comunidad ocupada, reprimida y abandonada - que nunca ha
pedido dinero a nadie. Lo que es seguro es que los palestinos
preferirían estar al margen.
¿Alguien ha visto
una sola vez, en una sola de las manifestaciones palestinas
reprimidas con sangre, una sola demanda de oportunidades de
negocio, nuevas carreteras, hoteles de cinco estrellas,
hospitales o clínicas prenatales?
Las exigencias
palestinas siempre han sido las mismas: justicia, dignidad,
libertad y – sí - la devolución de la tierra robada, siquiera
las propiedades que Israel les ha robado en Cisjordania. De
los miles de inocentes desarmados que han sido destripados en
las guerras de Gaza, ¿qué familia va a conformarse con un
cheque americano a cambio de renunciar a sus ideas, sus sueños
y sus reclamaciones políticas? La pregunta es, por enésima
vez: ¿nos importan esas familias?
Y el triángulo de
las Bermudas se tragó hace unos días otra víctima palestina:
el informe preliminar de NNUU sobre las masacres perpetradas
desde el 30 de marzo de 2018 por soldados y francotiradores
israelíes sobre palestinos desarmados que se manifestaban en
Gaza por la liberación de los presos y por el derecho de sus
familias a retornar a sus hogares originales – reconocido en
la Resolución 194 de la Asamblea General de NNUU.
Más de 200
personas han sido asesinadas y 18.000 han sido heridas. NNUU
investigó 189 casos. Sus relatores concluyeron que, en dos
ocasiones, palestinos armados podrían haberse infliltrado
entre los manifestantes para disparar contra el ejército
israelí, pero basta con una ojeada a las 22 páginas del
informe de NNUU para ver que la inmensa mayoría de las
víctimas estaba desarmada y los disparos habían sido
realizados deliberadamente y apuntando al objetivo. Entre los
cadáveres hay periodistas, sanitarios y niños. El informe
concluye que Israel puede haber vuelto a cometer crímenes de
guerra.
Pero cada guerra,
cada nueva lista de víctimas y cada nuevo informe de NNUU se
han convertido en rutina. Quizá ocurra que mundo está
"normalizado", como parece demostrar el documento de NNUU del
pasado 25 de febrero. Según Israel, los manifestantes
pertenecían al "terrorista" Hamás y la investigación era un
"teatro del absurdo". Un portavoz israelí la describió como
"hostil, mendaz y parcial contra Israel".
¿Qué esperábamos
desde que Israel vapuleó, insultó y destruyó políticamente al
gran jurista judío Richard Goldstone tras su contundente
crítica del bombardeo sobre Gaza en 2008-09? Las acusaciones
de Israel y los "Judíos Americanos" por su presunto
antisemitismo y su "maldad innata" – esto último de parte de
Alan Dershowitz, por supuesto - hicieron que los pecados del
demócrata Ilhan Omar parecieran una travesura infantil. Desde
entonces, los informes de NNUU no sirven ni para decorar una
pared.
Además, se supone
que los palestinos deben distraerse con el cierre del
consulado de EEUU en Jerusalén y su fusión con la embajada
estadounidense en Israel para mejorar "la eficiencia y la
efectividad de los acuerdos diplomáticos de EEUU" – según el
embajador David Friedman, quien también, qué casualidad, apoya
las expropiaciones de tierra en Cisjordania mientras pide una
"solución de dos estados".
Hanan Ashrawi lo
ha explicado de manera simple y elocuente: la fusión de
consulado y embajada "no es una decisión administrativa sino
un asalto político contra los derechos y la identidad del
Pueblo Palestino, así como una negación del estatus y la
función histórica otorgada al consulado desde hace casi 200
años". Ashrawi tiene razón pero nadie le ha prestado la menor
atención: el Triángulo de las Bermudas también se ha tragado
el consulado de EEUU.
¿Será que Trump
ha aniquilado la moralidad y ensuciado la bandera
estadounidense hasta el punto de secuestrarnos a todos en un
Oriente Próximo sin principios, promesas ni humanidad, hasta
aceptar una noche eterna que ahora se nos vende como "el
acuerdo del siglo"? ¿Será esto lo que sucede cuando uno cae en
el Triángulo de las Bermudas? Adiós a los palestinos: ¿Acaso
no conocían las historias? ¿No sabían que este era un
territorio peligroso? No me pidan una respuesta, todo esto es
un misterio.